Amor de Origen / 33

Nacimos del mismo Sol saliendo del mismo útero de la misma Madre Cósmica a través de su gran agujero negro… Nos cuida la misma abuela Luna y nos iluminan las mismas estrellas… 

Somos el mismo Ser que de una misma célula decidimos dividirnos en dos esferas iguales para experimentar la máxima expresión de nuestro mismo amor como llamas gemelas, siendo almas completas y libres.

Por separado vivimos en diferentes mundos, planetas y constelaciones. Vivimos diferentes vidas humanas. De las primeras juntos, aún recordábamos la pureza y la inocencia del amor sabiendo nuestro origen cósmico. Para nosotros la unión en la tierra es experimentar los tiempos de creación en la materia, sabiendo de nuestra divinidad en unidad. Jugando como niños con nuestra magia e imaginación de la misma fuente… Disfrutando de una vida muy longeva gracias a una sexualidad creadora, donde el divino masculino abre las puertas de las múltiples dimensiones para que la divina femenina acceda a la información de las estrellas transfiriendo códigos de geometría y color. Para luego él plantarlos como semillas en el huerto de nuestro hogar en la Tierra, dentro de los cristales de Gaia y juntos mantener la frecuencia de las rejillas planetarias, en conexión con las bibliotecas de toda la galaxia llenas de amor y sabiduría.

En esos inicios, llegó la desconocida energía pensamiento de la manipulación y la codicia, que nos llevó a caer en ciclos del olvido por eones de nuestra existencia. Perdiendo el norte de nuestro origen… Desde entonces, por cientos de veces lo seguimos intentando en cada reencarnación por separado. Hallando la fórmula cuántica que reúna los hilos de nuestro amor en pedazos. Hasta en esta vida presente, donde decidimos brindar de nuevo por la gran lotería que se nos concede con la afortunada serendipia de entre 8.000 millones de personas, el reencuentro físico en la Tierra para recordar y remembrar nuestra historia de amor en unidad. 

Observando la parábola como algo tan complejo y sencillo a la misma vez, en el tiempo eterno, se reduce a nuestro ego… tirando todas las falsas creencias como vendas por el suelo, abriéndonos los ojos del corazón al amor!!! Tras nuestro encuentro, aún y sintiendo una conexión muy especial, seguimos por un tiempo jugando al rechazo mutuo no sabiendo comunicarnos con tanto amor inefable. Ambos no aceptando uno del otro lo que en realidad nos une, el cielo y la tierra en nosotros. Inconscientemente, yo volando por los aires buscando entre dimensiones no entendiendo el amor en la tierra y tu corriendo entre montañas pisando a cada paso miles de cristales rebotando el amor en los cielos. Ambos buscando el mismo resultado matemático, que se haya en la balanza de nuestro centro corazón en armonía.

Hasta observar el autosaboteo y autoengaño del pensamiento del personaje humano… que nos separó de nuevo con la pequeña escusa que los caminos nos llevan a diferentes vidas, uno por ser «más terrenal» y otro por ser «más espiritual», olvidando que somos un ser divino con dos expresiones de experiencia humana con un mismo motor. Siendo nuestro punto más opuesto a traspasar para… RECORDAR QUE NO SOMOS DIFERENTES, SOMOS IGUALES con características diferentes, como causa y efecto de la propia experiencia creada para encontrarnos en el reflejo de un MISMO ESPEJO DE AMOR PURO EN FUSIÓN HACIA LA UNIDAD! 

Mi Alma te ama, Somos uno cogidos de la misma mano del Ser!!!

Rebeca

AMOR 11_11… R&J 20/11/2020

Camino hacia la nueva realidad 0.0

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Mis ojos están bien abiertos, no hay mayor regalo que el poder ver con los ojos del corazón. Caminando por la calle, sentados en una terraza, pedaleando sobre la bicicleta, en medio de la naturaleza, en un local de copas, en cualquier lugar… observo y todo me habla, hasta el silencio. Hay instantes en los que me puedo ver reflejada en todas las cosas y ver la inmensidad de la Vida, desde un grano de arena hasta más allá de la estratosfera. Semanas atrás con un amigo del alma, entre risas hablábamos de nuestra percepción de la verdad y la mentira y por momentos nos reíamos de nuestra esencia cósmica no dejando de ser humanos. Para mi, ese instante entre carcajadas y seriedad, fue el de una niña con los ojos como platos cuando le dicen que Papa Noel no existe, ¡si nena eres extraterrestre!! Lo somos!! (risas).

Cuando despertamos del sueño colectivo, podemos ver dentro y fuera de él, la diversidad de realidades que nuestro mundo circundante nos muestra como extensos espejos. ¿Qué significa esto? Cuando salimos del piloto automático que mueve las grandes masas, empezamos a cambiar de perspectivas y despertamos nuevas realidades, comenzamos a ver que la gran mayoría de las cosas que compartimos a diario con nuestro alrededor es una gran mentira. ¿Que es mentira? todo aquello que nos aleja de nuestro verdadero ser, cuerpo, alma y espíritu. Por ejemplo: la preocupación por la estética, como nos socializamos en las redes mostrando lo cool que somos y hagamos oídos sordos a nuestros problemas en casa o a mayor escala, que un país estén pasando hambre, otros en guerra y que la política o educación nos lleven a la separación, etc. Cuando al otro lado estamos creando opuestos, en grandes superficies se tire cantidades de comida a raudales, hayan ricos muy ricos, destrocemos la tierra con superproducciones en masa y otros no sepan donde meterse buscando su paz individual, etc. ¡Todo es egoísta y carece de estima!!

Toda esta diversidad y disparidad no deja de ser parte de nosotros mismos, lo creamos entre unos y otros, nada es ajeno, nadie vive aislado en este mundo. Es parte de la fractalidad, del desdoblamiento, de la dualidad, de la unidad… porque todo tiene una razón de ser. La vida por naturaleza nos muestra la coexistencia de los valores opuestos para darnos cuenta que TODO es complementario y TODO está unido. Dios bendijo a Adam y Eva con sus palabras, creced y multiplicaos. Para mi sentir, no solo proclamó la ley de un crecimiento individual sino además su multiplicación social. ¿Dónde quiero llegar con esto? cuando individualmente más nos alejamos de nuestro centro 0.0, más nos alejamos en múltiplos de la verdad. ¿Qué nos lleva a nuestro centro individual? Usar nuestra sensibilidad para amar y escuchar a nuestro cuerpo físico con una buena alimentación, respirar calma para reducir y no darle fuerza a pensamientos innecesarios o pesados. Caminar por la naturaleza. Equilibrar nuestras energías femenina y masculina. Tener una sexualidad plena propia. De esta manera logramos mayor equilibrio mente-corazón y conexión cuerpo-alma-espíritu. Lo que nos lleva a una sensibilidad de crecimiento social hacia los demás con mayor honestidad, transparencia, respeto y comprensión de un bien común. Es la ley de oro, no quieras para los demás lo que no quieras para ti.

En la perfección de todo esta maquinaria dual es aprender a observarnos y empatizar en todo lo que nos envuelve en nuestro vortex para hallar nuestras carencias y excesos y así acercarnos a nuestro equilibrio 0.0. De la manera más simple, cogiendo y moviendo los hilos que tenemos más cercanos en nuestro instante presente y dar el siguiente paso a seguir con seguridad y coherencia alineados a nuestro sentir, actos y pensamientos. Es abrirnos a un cambio de ser auténticos, para dar y recibir lo que realmente somos, demos fuerza a atraer lo que amamos. Es hora de dejar ir viejas identificaciones y vibrar memorias densas pasadas de miedo, esfuerzo, sufrimiento, dolor, etc. o dejar de perdernos en el abanico de las infinitas posibilidades futuras porque nos alejan de la acción a nuestro propósito. Seamos prácticos, movámonos en la naturalidad de sostenernos en el aquí y ahora, demos lugar al cambio individual y así hacia lo colectivo. Desde el centro 0.0 la dualidad se reduce a 0, cero no es divisible y todo múltiple de cero es cero. ¿Qué significa? cero es nuestro centro, es un pilar diamante en nuestro pecho que ya no se rompe, es ser y estar en plena alineación. Es decir, es ser el antídoto a la expansión de una humanidad desmesurada. Si vibramos sin dualidades y juicio expandiremos múltiplos de nosotros mismos reduciendo todo a 0. Es volver a darle la vuelta al calcetín hacia la unidad, el origen. Creemos y manifestemos juntos esta nueva realidad, el experimentar la vida en cuerpo, alma y espíritu, el ser realmente uno sin más mentiras. La verdad ya no se puede omitir, no nos engañemos!!

diamante

Un afectuoso abrazo desde el corazón,

Rebeca

¿MIEDO A PERDER? TODOS TENEMOS UN AS BAJO LA MANGA…

AS PICAS

¿Somos conscientes de las vivencias que dejamos de experimentar o postergamos a lo largo de nuestra vida en anticipación al miedo a perder? Posiblemente en el mayor de los casos, nos aferramos a la seguridad de sostener el control dejando de realizar aquello que anhelamos desde el alma por duda a la perdida. Realmente ¿existe la perdida o es solo un pensamiento? Nos distraemos en lo que nos sentimos más cómodos y seguros pero… ¿Qué hay detrás de no vivirlo? ¿Qué excusas mentales nos creamos para sentirnos «aliviados» de no ir más allá del miedo a traspasar esas barreras? ¿Qué experiencias o creencias hemos comprimido en nuestra cabeza, grandes o pequeñas, para no ver más allá del muro en amplitud?

Tal vez, estamos tan acostumbrados a la dualidad del bien y el mal que solemos tomar el camino que creemos «más correcto», en lugar de aventurarnos a traspasar, sentir o evolucionar fuera del control de no saber que será de nosotros si rompemos el esquema hacia lo desconocido. Es decir, nos apegamos a lo conocido por miedo a la incertidumbre del riesgo a que nos «salga mal». Nos gusta tanto sentir y tener el mando de la famosa sensación vendida de la «felicidad» que no observamos la posibilidad inconsciente que hay detrás de sentir el fracaso, frustración, engaño, rechazo, abandono, dolor, debilidad, soledad, etc. ¿Qué hay de «malo» en sentir ese otro lado opuesto a la «felicidad»? Yo veo que nos volvemos egoístas por solo mirar «la mejor» parte del pastel, dejando de completarnos y conocernos en plenitud de todas las partes, de ser merecedores de cualquier experiencia sin dualidad, simplemente permitiéndonos experimentarlas, sintiendo quien somos en todas ellas.

¿Por qué nos apegamos a según que repeticiones en el trabajo, relaciones, actividades, etc. no fructíferas? ¿Por qué nos cuesta tanto en según que situaciones cambiar, soltar o ampliar aquello en lo que ya nos sentimos agotados, cómodos o expertos? ¿De que trata la vida si mayormente experimentamos o vivimos el confort de lo rutinario? ¿Por que nos gusta tanto poseer un estatus social, económico o a otras personas? Parece que partimos de ese mismo molde mental que condiciona nuestras vidas tratando de conseguir, poseer, construir, competir, etc. siguiendo un patrón inconsciente que no dejamos de repetir por no darle un poquito más de consciencia. Si paramos el ritmo ajetreado de nuestras vidas, observamos que el 95% de nuestros actos al día son inconscientes y muchas de las cosas que acarreamos al final se trata de liberarlas y vivir en paz, darnos cuenta que con menos somos más y siendo más nosotros mismos necesitamos menos.

Para adentrarnos en el camino a nuestro inconsciente es tan sencillo como observar todo el escenario. Situación conflictiva de nuestra vida, escena del impacto, pensamientos, sentimientos, emociones, sensación física y emoción oculta. Ejemplo:

Situación conflictiva: persona vive con sus padres, no tiene trabajo, hace un tiempo que está en un relación.

Escena impacto: su pareja le dice que quiere tener un hijo.

Pensamientos: locura, no sabe lo que dice, presión.

Sentimientos: obligación.

Emociones: rabia.

Sensación física: presión en el pecho.

Emoción oculta inconsciente: profundo miedo al abandono.

Este sería un pequeño ejemplo para observar fácilmente cada situación hasta el último tramo del camino y adentrarnos en el túnel de la emoción oculta inconsciente que es la más importante para darle la vuelta a la rueda y salir de cualquier bucle siendo consciente. Una vez le damos luz a la parte inconsciente, nuestra vida cambia, se vuelve más sencilla y fluida. Cada vez todo es más acelerado en toma de consciencia.

¡Si no arriesgamos estamos muertos! Muertos en vida! Todos tenemos un As bajo la manga en nuestra vida, se trata de jugarla con nuestras mejores cartas y arriesgarnos al cambio, sin el miedo a la perdida, porque esta no existe. Mentalmente como algo ancestral la perdida la asimilamos a la muerte, como el AS de picas, pero sabiendo con certeza y en consciencia que la muerte no existe, todo es una transformación de forma constante y una transcendencia de energía. Una cosa da lugar a la otra, donde toda imperfección da lugar a la perfección de la vida y al revés, son ciclos de todas ellas. Una tras otra y a la vez entrelazadas…

AS PICAS LOVE

 

Un abrazo,

Rebeca

 

 

 

Comunicación transparente

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La gota que colma el vaso…

¿Cuantas veces callamos hasta no poder sostener más una situación atascada? ¿Cuantas otras surge la satisfacción inmediata desde el impulso de vomitar aquello que sentimos?

El término comunicación procede del latín communicare que significa “compartir algo, poner en común».  Si percibimos que el emisor, receptor y mensaje pertenecen a la misma unidad ¿cuales son los detonantes por los que la humanidad está dispersa en si misma?

El ser humano se ha olvidado de comunicarse consigo, cuerpo, alma y espíritu de forma natural. Muchos creen ser solo un cuerpo caduco por lo que la máxima preocupación es la estética o la salud en momentos de «enfermedad», no recordando que el cuerpo es reflejo de la tierra. Otros tienen la sensibilidad de sentir su alma en situaciones en las que la emociones les desborda en ese alti-bajo felicidad-sufrimiento respectivamente. En crecimiento, son los que inician a comunicarse en canal con su espíritu como parte de la vida.

Imaginemos por un momento que nuestro cuerpo es un vaso de cristal que nos sostiene, habrá los semejantes a un vaso de tubo, de balón, una copa, un chupito, una jarra… etc. Como indica la ciencia nuestro vaso (cuerpo físico) contiene aproximadamente un 70% de agua, la cual representa nuestras emociones. En el momento que cada uno de nosotros individualmente nos olvidamos conectar en alineación nuestra mente-corazón como canal comunicativo, en situaciones cuando echamos la leña al fuego, nuestras aguas empiezan a sentir el tambaleo en estado de ebullición haciendo subir toda la energía a la cabeza donde se nos cruzan las neuronas y en replica nuestro corazón en ausencia de mensaje se congela de forma rígida al sentir. A todo esto, las cenizas de dicha leña van creando poso en el fondo del vaso como interferencia, haciendo subir el nivel del agua turbia hacia la saturación emocional. En estas situaciones nos sentimos cansados, impotentes, hinchados de nuestras mismas creencias, memorias o patrones repetitivos. Estos serian los tres estados del H2O en desequilibrio, hielo-liquido-gas no estando en comunicación armónica, es decir, cuerpo-alma-espíritu no tiene la vibración calibrada para traspasar sus barreras y ponerse a compartir en común.

Una de las maneras de buscar el equilibrio en nosotros mismos, es en el estado de calma y respiración para escuchar todas las partes, sentir que dolor físico refleja el cuerpo, emociones o sentidos transmite nuestro alma desde el corazón entregándoselo a la mente y como canal abrirse a la consciencia de nuestro espíritu para bajar de retorno el mensaje vibratorio hasta el corazón en forma de paz y armonía. Todo contacto con la naturaleza es buen lugar para conectarnos con la tierra y nuestro ser. La manera de re-equilibrar la vibración de nuestros estados es tan sencilla como el cante, baile, música, arte, meditación o toda expresión que resuene en nuestro corazón y nos haga latir amor.

Una vez cerramos los ojos y nos colocamos en nuestra habitación del miedo o desorden, podemos visualizar, escuchar o sentir el mensaje que nos es necesario hacer consciente en ese instante para nuestra evolución. Es cuestión de saber detectar esa energía bloqueada o estancada en nosotros para trascenderla desde la propia vibración.  Es una manera de llegar a derrumbar las paredes del patrón de nuestra oscuridad para ver con claridad cual es el camino o elección para llevar una vida mucho más sencilla, tranquila y guiada por la mejor versión de nuestro ser.

En el instante que aprendemos a ser transparentes con nosotros mismos y posicionarnos en nuestro centro neutro, podemos observar que cada vez que tengamos un movimiento en las aguas de nuestro interior emocional o físico, el movimiento de vuelta al centro cada vez es más rápido, la recaída puede ser más densa con grandes mareas o tsunamis que nos perturben pero aceleradamente la gravedad nos posiciona aquello que necesitamos para hacernos conscientes de la realidad más amplia para nuestra evolución. Lo más interesante, es que al lograr estos cambios de comunicación internos, trasmitimos lo mismo externamente con mensajes vibratorios que nacen desde el corazón afinados con honestidad y transparencia. Lo extraordinario surge cuando cambiando nuestros patrones, nuestro alrededor también cambia consciente o inconscientemente simplemente siendo nosotros conscientes.

La vibración del amor universal es el antídoto más elevado para la unificación de la humanidad (risas).

«NO ERES UNA GOTA CONTENIDA EN EL OCÉANO. ERES TODO EL OCÉANO CONTENIDO EN UNA GOTA. – Rumi»

Un abrazo,

Rebeca

gota oceano

 

¿Ser o no ser? ¡Somos!

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¿Quien soy?

El ser esencial no tiene nombre, ni apellidos del árbol genealógico. No tiene edad, no tiene nacionalidad, ni raza, ni oficio, ni títulos, ni etiquetas, ni padres, ni hijos, ni hermanos, ni novios, no es marido o mujer, ni amantes. No es cuerpo, ni físico guapo, gordo o flaco, ni personalidad, no es sangre, ni dolor, ni enfermedad, ¡lo admitimos y lo soltamos todo! No es lo que tenemos, ni casa, ni dinero, ni coche, ni moto… Nos desprendemos de todas las expectativas, placeres banales y adicciones superficiales, de todo lo que no gustaría conseguir porque no existen. Nos reímos de todos nuestros pensamientos egocéntricos, de todo lo que nos hace sufrir o nos preocupa porque tampoco existen. Todo eso nos separa y nos divide. No hay que tener miedo a la soledad de soltarlo todo, lo aceptamos porque es ahí en el silencio y la quietud donde se halla nuestro verdadero ser.

Durante siglos hemos ido alimentado nuestro inconsciente dándole una gran dosis de anestesia desorbitada, de tal manera que ahora nuestra pequeña conciencia de conexión a la vida se le hace un mundo reactivar aquello que somos. En el momento que me doy cuenta de ese desequilibrio en mi misma, empiezo a amar a borbotones a mi inconsciente y al de los demás, como el mayor de los tesoros porque es ahí donde están las respuestas. En ese instante empiezo a jugar con la conexión a la vida con mayor grandeza y seguridad de auto-descubrimiento. ¿Qué significa la conexión a la vida? Abrir los ojos de águila y ver el entramado de las señales con mayor perspectiva, observar en panorámica que pertenecemos a todo lo que se mueve a nuestro alrededor dentro y fuera de nosotros.  La palabra UNIVERSO viene del latín Universus, que proviene de dos vocablos UNUS (UNO) expresa un integral unificado que no admite división y VERSUS (girado, convertido), engloba absolutamente todo lo que es. Lo que significa que cuando entramos en la conexión a la vida en conciencia, observamos que todo lo que gira alrededor es nuestro universo sin división, empezamos a ver quien somos conectados a todo, despertando esas partes dormidas de nuestro inconsciente.

Hay tres expresiones que lo reflejan: «Dime con quien andas y te diré quien eres.» / «Dios los cría ellos se juntan.» / «Estoy en la flor de la vida.» . Todo nuestro circulo de relaciones familiares, amistades, laborales, amorosas, el entorno, la naturaleza, etc. son nuestro universo, son nuestros reflejos clave para descubrir y revelar nuestra parte inconsciente. Es jugar a la inversa, es aprender a desnudar todas nuestras emociones y sentimientos desde el corazón con honestidad y transparencia de dentro a fuera y al revés, para abrirnos a ser. Es romper esas corazas que aprietan en el pecho para permitirnos amar, es quitarnos esos cascos mentales que nos limitan a conectar. Es apartar esos velos asfixiantes en los rostros que no nos dejan respirar libertad. Es retirar esas capas de piel de más que insensibilizan el cuerpo llevándonos a la distorsión de personajes que interpretamos y no somos. No es lo que experimentamos con el otro, es manifestar que sentido tiene esa experiencia en nosotros para percibir quien somos. Es aprender a vernos, crecer y descubrirnos a través del otro. ¡Es llegar a reírnos de nuestra propia sombra! (Invito a indagar, si resuena, el concepto del desdoblamiento o el espejo reflejo de almas).

El hallazgo clave a destacar en una de las capas más profundas de mi corazón, es que todo lo que no somos se reduce a la raíz del MIEDO A SER.  A conectar con el poder de ser unidad de conciencia ilimitada, ser espíritu eterno, ser dichosos, ser creadores, ser divinos y abundantes, ser amor puro… a ser ese conocimiento de gozo infinito de recordar y sostener despiertos en nosotros lo que siempre ha estado ahí dentro. Esa sabiduría transparente donde todo se sabe sin dualidad, no experimentamos amor, somos amor. Desde esta activación de re-conexión a la vida, todo pasa a ser más sencillo y completo, vemos que el esfuerzo no existe, todo se da sin interferir, ya no hay resistencia a ser cuerpos-almas-espíritus libres. SIMPLEMENTE AMAMOS SER.

Vemos que yo soy, tu eres, crezco en ti, estas en mi y juntos somos.

Un abrazo,

Rebeca

SOMOS INSTANTES!

somos instantes

Déjame mostrarte el mundo que ven mis ojos…

Años atrás me cuestionaba el concepto del TIEMPO, vivía en una realidad donde todo era lineal, empezando del 1 de Enero y acabando el 31 de Diciembre. Cada año, un año mayor. Amaba tanto la vida que de este modo sentía que se me acababa y quería exprimirla al máximo en mi tiempo libre, tanto que llegaba a obsesionarme con mi frase preferida «NO TENGO TIEMPO», me falta tiempo. Vivía en ese tubo anestesiada en el que no veía más allá, no llegando a disfrutar de forma plena.

Un día en el que despierto de ese letargo, empiezo a palpar otra realidad donde el tiempo es relativo, es decir, pasado-presente-futuro dejan de existir de forma lineal, todo es el instante presente. ¿Qué significa eso? Si cerramos los ojos, el pasado solo es un recuerdo o memoria que existe en nosotros en este instante, ya no es. Y el futuro son las infinitas probabilidades de experimentar lo que somos. ¿Qué tan loco suena si nos dan la vuelta a la historia y nos dicen que estamos creados en un futuro y no venimos de un pasado? ¿Qué tan loco suena si nos dicen que vivimos en dos tiempos paralelos que existen a la misma vez, el lineal y el relativo con los que podemos vivir en plenitud si los calibramos a ambos en el mismo instante?

Pues así es como lo ven mis ojos, cada uno de nosotros tiene un reloj lineal que sería desde el día de nuestro nacimiento hasta el día de hoy y el relativo ese reloj interno que no depende de la edad sino de nuestro ser desde el inicio de la existencia hasta el infinito. Cuando iniciamos a conectar ambas realidades equilibrando cuerpo-alma-espíritu, aprendemos a calibrar todos los tiempos en el instante presente, llevándolos a nuestro centro del ser punto neutro 0.0 y así empezamos a crear nuestra vida en coherencia.

Con nuestro cuerpo vivimos miles experiencias, es nuestro templo sensorial donde reside el alma la cual tiene la misión de experimentarse a si misma en un plazo de tiempo desde que nacemos hasta la muerte física, para autodescubrirnos. El espíritu engloba las misiones de diversas almas conectadas y diferentes vidas, su propósito no tiene tiempo. Y es aquí cuando conseguimos el equilibrio de nuestro ser, calibrando nuestra conexión cuerpo-alma-espíritu a partir de dar prioridad a sentir el instante presente, proyectando a futuro con lo que hicimos en nuestro pasado. Además si sabemos ver esto mismo en nuestro circulo de relaciones, podemos palpar la diversidad de destiempos que vive cada uno y que coordenadas representan en nosotros.

En el momento que sabemos escuchar nuestro cuerpo librándonos de cargas, miedos (limitaciones mentales) y nos dejamos llevar por el instinto de nuestra alma, logramos conectar con nuestro espíritu haciéndonos conscientes de realidades superiores a nuestro pensamiento individual. En este instante dejamos de ser los mismos que en el minuto anterior, damos un salto cuántico empezando a viajar por el tiempo relativo comprimiendo todos los tiempos pasado-presente-futuro en el sentido de lo absoluto del instante. Es aquí cuando nuestra vida empieza a cambiar dando un gran sentido infinito. Desde unos minutos lineales se puede visualizar la eternidad en el mundo relativo.

La importancia de ser coherentes con nosotros mismos nos ayuda a no perdernos en el tiempo, sabiendo ubicar todas la realidades en cada instante presente, ¿qué significa? Es muy fácil dejarnos condicionar por visiones futuribles o pasadas y no vivir el momento sabiendo que va a suceder o que sucedió. En ese momento, nos estamos anclando fuera de nuestro centro 0.0. La coherencia nos facilita el fluir con lo que pensamos, sentimos y hacemos, es decir, una vez alineamos con la misma energía de nuestros pensamientos, nuestro sentir y sabiduría superior, el siguiente paso es actuar en sintonia de todo ello. De nada sirve el conocimiento si no podemos llevarlo a la práctica, posiblemente sea la parte más costosa pero es la esencia a nuestra transformación a una nueva versión de nosotros mismos.

En el instante que la humanidad sepa vivir el momento presente en coherencia, la existencia en la Tierra pasará a tener otro sentido completamente diferente.

Nos amo infinito,

Rebeca Ferruz

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¡Viajar! ¿Bailamos?

¿Cuál es el sentido de viajar?

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Podemos viajar por muchos motivos, si uno de ellos es conocer mundo y a nosotros mismos, el sentido más profundo del viaje para mi es como nos transforma la vida. Sentirnos vivos y parte de todo!!!

Estuve un tiempo fuera, me aventuré yo sola con mi única mochila de enseres por Centroamérica. Digo única porque viajé libre de preocupaciones. Pude disfrutar de volar sin pensar en nada ni en nadie, solo en mi y lo que se me mostraba en el camino, eso hoy en día es un lujo. Fue la mejor manera de disfrutar de nuevas energías y experiencias, dejándome fluir cada instante por el instinto salvaje interno, sin pensar ni si quiera ni el tiempo.

Si me preguntas que destacaría de este viaje, como muchos ya lo han hecho, es una pregunta bastante compleja de contestar de forma reducida como siento la vida, pero en el menor numero de palabras intentaré mostrarte mi sentir de lo más interesante.

Viví el contraste de ciudades donde las luces son grandes rascacielos de noche y aldeas tan pequeñas que son únicamente iluminadas por innumerables estrellas. Conocí a muchas personas con las que mantuve conversaciones muy diversas sobre las formas de vida y otras muy especiales con las que pude compartir el sentido de diferentes realidades sin tacharnos de locos. Visité lugares paradisíacos con playas de ensueños de esas que admiramos en los salvapantallas cuando estamos estresados. Dormí en lugares insólitos, en medio de la selva con los sonidos de la naturaleza, en hamacas, tiendas de campaña, hostels en habitaciones compartidas en literas donde uno ronca y el otro habla, compartí habitación con todo hombres siendo la única mujer, en cabañas en una isla de 2km de tamaño donde la cama estaba sobre la arena de la playa e incluso dormí en el suelo del aeropuerto. Gocé mil puestas de sol y amaneceres espectaculares todo ello grabado en mi retina. Subí montañas, me bañé y me cargué de adrenalina en ríos, cascadas, lagos, mares de todos los colores del verde más intenso, al azul más claro y transparente. Caminé descalza por caminos sintiendo la libertad del contacto en mis pies. Cogí aviones, avionetas, barcas, pangas, autobuses, busetas, taxis, autostop, caballos y carros… lo que más disfruté fue el ambiente del transporte local.  Me fascinó observar la libertad de los animales salvajes desde las ranas y sapos al ir al baño, perros libres sin correas sin nombre, cerdos, gallos y gallinas por las casas sueltos, arañas, serpientes, monos, pájaros de coloridos plumajes, caimanes, mariposas preciosas, peces extraños, delfines saltando, hasta tiburones nadando a mi lado. Visité lugares sagrados y milenarios donde me impregné en el intercambio de información simplemente por ser y estar. Llevé a otro nivel mi sexualidad explotando en orgasmos continuos al conectarme a la belleza de la tierra y la naturaleza. Deleité artistas tocando sus instrumentos haciendo latir mi corazón alrededor de la fogata y bailarines al ritmo del tambor. Me fui con los bolsillo cargados de anécdotas, de las más simples a las más profundas, desde personas humildes con auras puras que apenas sin recursos me abrieron sus casas para darme de comer y lavarme la ropa sin conocerme, hasta otras de no verle sentido a la vida y entrar en su mente-corazón.

En definitiva, día a día alimenté todos mis sentidos de cosas nuevas, algunas nunca antes experimentadas, lugares, personas, colores, emociones, olores, sentimientos, pensamientos… todo diferente, nada aburrido. Lo más grande, es que pude ver el valor en mi de experimentar todas las vivencias fuera de lo habitual en casa. Nada fue casual, todo seguía un perfecto entramado, me guié por la energía que sentía en los lugares y las personas. Seguí conectada con mi revelaciones de Las Pléyades, señales y mensajes no faltaron en el camino para hacerme volar a las estrellas. Me sentí mimada y acompañada por el universo. Sentí que lo que vibraba se acercaba por puro magnetismo, pura vida! Me llené de toda esa existencia, inolvidable experiencia!!!

¿Y ahora como lo bailas?

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Nada más montarme en el primer avión de vuelta a casa, mis ojos se llenaron de lagrimas por una sobrecarga de emociones sobre lo vivido. Fue una mezcla de agradecimiento a mi misma por permitírmelo todo y desaliento de lo que se me avecinaba. Empece a sentir el movimiento de energía densa, de personas vacías, el aeropuerto lleno del consumismo,  gente a la moda borreguera, inundación de nuevas tecnológicas come cocos… de todo aquello que creemos que es desarrollo y nos separa, el sistema…

Al  llegar a casa, durante unos días estuve en una coctelera de emociones de tantos contrastes, donde me perdí hasta sentirme en un profundo problema existencial. Me cuestioné de nuevo el sentido de todo, ¿qué sentido tiene la felicidad? ¿qué hago aquí? ¿qué sentido tiene la vida en la tierra? ¿La desigualdad? ¿Ser o no ser? Lo primero que se me pasaba por la cabeza era coger la mochila y huir.

Poco a poco, fui calmando las aguas para alinear mi mente, alma y espíritu y las respuestas empezaron a llover con gran frescura y humor de forma circular. Empece a conversar conmigo misma:

«RECUERDA, VIAJAR PUEDES VIAJAR A DONDE QUIERAS, PERO SIEMPRE TENDRÁS QUE VOLVER A TI.»

Podemos perder la noción del tiempo, vivir nuevas experiencias completando parte de nosotros en nuevos lugares, entornos, relaciones, mundos, dimensiones pero… siempre tendremos que volver a nuestro centro, encontrar nuestra paz.

A diario somos viajeros en el tiempo, consciente o inconscientemente, podemos movernos físicamente a un lugar donde se viva la pureza de cien años atrás o sin movernos transportamos energéticamente a un espacio a cien años futuribles al siglo XXI. Conversar con una persona que vive la vida en los años 60 u otra a tiempos extraterrestres. Cada lugar, cada persona vibra una energía y memorias diferentes en el espacio-tiempo. Y es ahí donde podemos percibir el desequilibrio en nosotros. Dependiendo de la sensibilidad y apertura de conciencia de cada uno, podemos percibir esa fluctuación de frecuencia abismal. Lo podemos manifestar en nosotros en bajada/subida de energía, malestar físico (dolor de cabeza, espalda, diarreas, etc), emocional tristeza, depresión, alegría o placer desorbitado, etc. Lo que puede llevarnos a perdernos en el instante presente y salirnos de nuestro centro.

Lo interesante es saber recalibrar en nosotros con el resto la existencia de esa disparidad de estados de energía, sintiendo que nos genera rechazo, miedo, alegría, negación, atracción, apego, resistencia, etc. y buscar ese equilibrio y fusión de saber ser y estar en cualquier lugar del mundo, sistema o relación, sabiendo adaptar nuestra frecuencia a todo contraste y volver nuestro centro. Sentirnos en paz en casa! En nuestro corazón, mente y espíritu.

Gracias por ser, una mega abrazo,

Rebeca

El imán de la sexualidad ¿qué es sentir?

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¿Cuantas veces nos entregamos al sexo vacío como una carrera de deseo donde la meta es llegar al triunfo del orgasmo como único trofeo?

Durante mucho tiempo hemos creído en la atracción física o la fantasía sexual donde la belleza de los cuerpos desnudos yacen en el placer final de la eyaculación y eso es todo. ¿realmente la sexualidad es así de limitada? ¿es por eso que caemos en la rutina, el aburrimiento y la infidelidad o desgana?

Son pocas las personas que tocan la sexualidad consciente desde el ama, desnudándose hasta conectar con todo su ser. Estas buscan la plenitud en la profundidad de ser uno con esa persona, con un mismo, compartiendo un campo de juego e investigación de intimidad de alto voltaje. Hasta conseguir achicharrar la mente y dejarse fluir únicamente por la fuerza primaria del amor de ambos sexos en fusión de la energía femenina y masculina individual, culminando así juntos el éxtasis de sentir ser infinito con el Todo.

El mayor de los bloqueos es el pánico a encontrarnos a nosotros mismos en lo más profundo del amor puro. ¿Que es el amor? No estamos hablando del amor de princesas, ni películas románticas con final feliz. No es nada que se piensa, simplemente se siente. Hablamos de expandirnos dentro de la energía del amor sin miedos o dudas, sabiendo realmente quien somos, dejando a parte las etiquetas de marido, novia, amigo con derecho o amante. Hoy en día estamos mayormente separados, pocos incluimos la unión sin pensar en el genero, estatus, raza, religión, edad, creencias, educación, dinero, complejos o experiencias pasadas que marcan desamor, sufrimiento, inseguridad, baja autoestima y una larga lista de limitaciones que nos alejan de lo que somos en esencia. ¿Que es lo que queda dentro de nosotros si despejamos todo esto?

Una relación consciente sexualmente no tiene miedo a verse y abrirse con el otro libremente, sin ataduras mentales ni cadenas emocionales. ¿que es ser libres? No hablamos de una relación abierta a múltiples relaciones. Es una expresión de desnudez del amor, el olor, oído, tacto, vista, es una conexión de nutrición de todos los sentidos sin restricciones, con atracción y libertad de ser. Es un acto en el que ves y sientes que tu eres ella, el… Si lo pensamos como un acto genital es la defunción de la realidad más profunda, es básicamente superficial y banal.

Preguntémonos sinceramente ¿cuantas veces nos hemos entregado a una persona amándola puramente sin la más mínima duda en nosotros mismos y hacia la otra persona? Cuando no nos entregamos de manera profunda en la sexualidad es porque tenemos miedo al amor puro en su esencia. Es tan fuerte esa energía ancestral, que tenemos pánico a sostenerla en nuestro cuerpo.

Cuando el amor no es completo en nosotros, ponemos de manifiesto nuestras sombras, miedos e inseguridades al placer de descubrirnos sexualmente y expandirnos desde las relaciones.

No sobrevivamos al sexo como una mera necesidad del deseo físico. No veamos el placer como un beneficio propio y egoísta hacia fuera, sin permitirnos sentir toda la explosión interna. Experimentemonos en el origen de nuestra sexualidad sin limites con la plenitud del ser sin separaciones. Abramos esa caja sin miedo de ser completos, dejando de pensar en pensar, leamos miradas, acariciemos el alma.  Adoremonos como templos sagrados, acariciando cada milímetro, cada poro de nuestra piel. Cerremos o abramos los ojos y fusionemos nuestra respiración para perdernos en el paraíso del no tiempo saliendo y entrando de nuestros cuerpos hasta tocar juntos el sentir ser infinitos. Utilicemos la energía del amor en su máximo exponencial para crear nuestras vidas. ¿podemos imaginar una humanidad donde la mayoría fuese consciente de su energía sexual como la mayor fuerza de creación? La sexualidad en su esencia nos une, no nos separa. Simplemente somos.

Un afectuoso abrazo,

Rebeca Ferruz

https://laspleyades.es/2020/09/10/sexualidad-termometro-del-fuego-interno/

Desnuda frente al espejo

Una mañana de Septiembre, cercana a la luna llena. Las cortinas mariposean al viento y los rayos del sol entran cálidos en la habitación. Con música «soul» en el ambiente, me encuentro desnuda frente al espejo, bailando y moviendo mis caderas con dulzura y suavidad, conectada a la sensualidad de la melodía.

Me observo y me descubro en el reflejo de mi mirada, mis pupilas se dilatan cómplices y llenas de erotismo. Mi corta melena al movimiento halaga mi nuca. El sol me calienta por la espalda, destellando mi aura dorada.

Acaricio mi piel con unas gotas de fino aceite con aroma floral que me invita a soñar con los jardines griegos de Delfos, como una diosa juguetona, corriendo desnuda y libre entre las verdes arboledas y miles de flores sagradas violetas, azules y blancas. Mis sentidos se disparan en todo mi ser. Deslizo las manos por mi bello cuerpo, sintiendo la suavidad de la piel como la seda, mis pezones se estremecen.

Me dirijo a mi Monte de Venus deseoso de amor. Cuando acerco los dedos a mi sexo ya húmedo y tierno, mis labios los acogen dilatados en gozo. Me encuentro con la cabeza de la serpiente despierta, a tacto sutil y delicado. El calor emerge como un volcán en erupción subiendo el ardor hasta enrojecer las mejillas y la boca.

Inhalo y exhalo, haciendo circular el deleite de la energía en todo mi cuerpo de forma infinita de ida y vuelta sin cesar. En este momento ya no estoy sola, siento su primer beso en el cuello, abrazándome por la espalda. Vuelvo a ver el mar en el horizonte de aquel atardecer.

Cierro los ojos, le siento poderoso dentro de mi. Mi mente ya perdida, da protagonismo al corazón latiendo cada vez más fuerte e intenso. Me pide bailar en la burbuja del éxtasis, donde nuestras energías femenina y masculina se fusionan en el perfecto unisono, la fuerza prima del amor.

Cabalgando sobre el caballo alado, volamos juntos más allá del cielo, donde las almas gemelas parten como esferas deseosas del reencuentro. La pasión nos alza de nuevo hasta estallar en polvo de estrellas, como si de tocar una nebulosa se tratase.

En unos segundos del no tiempo, vuelvo a mi cuerpo drogado por el elixir divino de nuestra unión. Mi corazón late hasta el extremo de explotar todo mi cuerpo estremecido y vibrante de gloria. Un gemido final sale de mi boca, como el de una fuente, aullando a la luna.

Vuelvo a estar sola frente al espejo, mujer salvaje empoderada en mi sensualidad. Esta vez plena de felicidad, aparto la mano de mi pubis extasiado y beso mis dedos del néctar sagrado.

Dedicado a la mujer salvaje que hay en ti, frente al espejo.

diosa-espejo

Un fuerte abrazo,

Rebeca

 

SOMOS ESTRELLAS

Quisiera me acompañes a este viaje haciendo volar nuestra imaginación, como cuando eramos pequeños. ¿Te apetece? Entonces sígueme, dame la mano, ¡déjate llevar!!

Nos visualizamos y situamos en el centro de una habitación vacía a oscuras, no hay miedo, sentimos curiosidad, vamos a jugar a la visión nocturna (risas).

Desde el centro de la habitación, cerramos los ojos y nos adentramos hacia nuestro interior buscando la luz que tenemos en nuestro corazón. Yo localizo la mía, es de color azul eléctrico. ¿Ves la tuya? Ponle la bombilla del color que más te guste. Enciéndela, si la tenías apagada. Ahora somos un foco de luz como el de una linterna. Nos podemos mover hacia cualquier rincón de la habitación e iluminar aquello que tenemos delante.

Yo me muevo hacia una esquina a mano derecha y veo una playa de ensueño bordeada de acantilados selváticos donde la gente respira el bienestar del espíritu aloha. Parece un sueño Hawaiano!!! Me siento feliz, disfrutando el momento. Pero la curiosidad me mueve unos pasos hacia atrás y me veo en este instante escribiendo en casa estas mismas palabras que brotan con ilusión desde el alma, mi niña interior colabora conmigo. Me siento tranquila. Esta vez, ella me lleva hacia la otra punta de la habitación y me dirige al recuerdo de cuando era pequeña jugando feliz en mi habitación con mis muñecos y amigos imaginarios (risas). ¿Tú qué estás viendo?

Ahora volvemos de nuevo al centro de la habitación, nuestra bombilla en modo linterna la cambiamos por un gran faro de luz, como los que guían a los barcos para localizar su posición. Empezamos a iluminar todo el cuarto, dando vueltas en nuestro propio eje, proyectando luz en forma de espiral y pudiendo ver todas las imágenes a la misma vez, giramos, giramos… y vemos todo aquello que hemos vivido desde bien pequeños hasta ahora, incluso nuestros sueños. Es divertido!!! Es increíble todas las memorias que llega a proyectar nuestra propia luz.

Nos sentimos tan mareados de dar tantas vueltas y vueltas que caemos desmayados, esta vez desaparecemos de esa habitación. Las paredes ya no están, ya no nos encontramos en esa caja cerrada, hemos abierto sus tapas. Nos encontramos flotando en medio del espacio. ¡En la nada! Vuelve a estar todo oscuro, pero esta vez la curiosidad es aun más grande que antes. Nuestra bombilla ya no pertenece a una linterna, ni tampoco a un faro, somos una estrella radiante en algún lugar del universo!!! No se tú, pero yo me siento pletórica, soy una estrella preciosa que no cesa de parpadear y radiar de mil colores!!! (risas)

En este lugar ya no existen limitaciones, el espacio es infinito, nos sentimos completamente libres!!!! Podemos sentir a otras estrellas a años luz de distancia y comunicarnos con ellas. Desde este plano, nos vemos en aquella habitación cerrada proyectando nuestras vidas en la Tierra, al mismo tiempo, incluso lo que están haciendo nuestros familiares, amigos, hasta el vecino! Y a la misma vez, sentir y hablar con nuestros seres queridos que ahora pertenecen a los seres de las estrellas. Desde esta grandeza, vemos la unión y el sentido de todo lo que nos envuelve, lo divino que somos y lo que vivimos en cada plano o dimensión. Todo existe en un mismo lugar, en el centro de nuestro corazón. Proyectamos y experimentamos aquello a lo que estamos dispuestos a iluminar sin miedos, desde el AMOR que somos. En este momento, el sentimiento es tan grande y puro, que estallamos en polvo de estrellas chocando con la atmósfera de la Tierra, estamos de vuelta a casa como estrellas fugaces. Volvemos a ser humanos, pero ahora recordando este viaje para siempre como la esencia que somos en nuestro universo interior, ¡Estrellas del cielo brillando en la Tierra sin que nada nos limite en nuestra realidad, a brillar se ha dicho!!!

Espero hayas disfrutado de la experiencia, siendo así, te invito a que compartas este viaje a las estrellas con tus familiares, amigos e hijos (si son pequeñines explícaselo a modo cuento :)).

Un abrazo y feliz destello!

Rebeca

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