ALTA FRECUENCIA Cierre año 2020

10º Podcast. Hablo desde mi sentir de las energías disponibles al cierre de este año 2020 en adelante, con el eclipse lunar y solar del 30 de noviembre y 14 de diciembre respectivamente, dando entrada en fusión al solsticio verano / invierno el 21 de diciembre como bienvenida a la nueva era de Acuario. 

Haciendo un balance y cuestionamiento… ¿Qué lugar ocupamos en esta vida? ¿Cuál es nuestra responsabilidad en el presente? ¿Hacia donde vamos?

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Amor de Origen / 33

Nacimos del mismo Sol saliendo del mismo útero de la misma Madre Cósmica a través de su gran agujero negro… Nos cuida la misma abuela Luna y nos iluminan las mismas estrellas… 

Somos el mismo Ser que de una misma célula decidimos dividirnos en dos esferas iguales para experimentar la máxima expresión de nuestro mismo amor como llamas gemelas, siendo almas completas y libres.

Por separado vivimos en diferentes mundos, planetas y constelaciones. Vivimos diferentes vidas humanas. De las primeras juntos, aún recordábamos la pureza y la inocencia del amor sabiendo nuestro origen cósmico. Para nosotros la unión en la tierra es experimentar los tiempos de creación en la materia, sabiendo de nuestra divinidad en unidad. Jugando como niños con nuestra magia e imaginación de la misma fuente… Disfrutando de una vida muy longeva gracias a una sexualidad creadora, donde el divino masculino abre las puertas de las múltiples dimensiones para que la divina femenina acceda a la información de las estrellas transfiriendo códigos de geometría y color. Para luego él plantarlos como semillas en el huerto de nuestro hogar en la Tierra, dentro de los cristales de Gaia y juntos mantener la frecuencia de las rejillas planetarias, en conexión con las bibliotecas de toda la galaxia llenas de amor y sabiduría.

En esos inicios, llegó la desconocida energía pensamiento de la manipulación y la codicia, que nos llevó a caer en ciclos del olvido por eones de nuestra existencia. Perdiendo el norte de nuestro origen… Desde entonces, por cientos de veces lo seguimos intentando en cada reencarnación por separado. Hallando la fórmula cuántica que reúna los hilos de nuestro amor en pedazos. Hasta en esta vida presente, donde decidimos brindar de nuevo por la gran lotería que se nos concede con la afortunada serendipia de entre 8.000 millones de personas, el reencuentro físico en la Tierra para recordar y remembrar nuestra historia de amor en unidad. 

Observando la parábola como algo tan complejo y sencillo a la misma vez, en el tiempo eterno, se reduce a nuestro ego… tirando todas las falsas creencias como vendas por el suelo, abriéndonos los ojos del corazón al amor!!! Tras nuestro encuentro, aún y sintiendo una conexión muy especial, seguimos por un tiempo jugando al rechazo mutuo no sabiendo comunicarnos con tanto amor inefable. Ambos no aceptando uno del otro lo que en realidad nos une, el cielo y la tierra en nosotros. Inconscientemente, yo volando por los aires buscando entre dimensiones no entendiendo el amor en la tierra y tu corriendo entre montañas pisando a cada paso miles de cristales rebotando el amor en los cielos. Ambos buscando el mismo resultado matemático, que se haya en la balanza de nuestro centro corazón en armonía.

Hasta observar el autosaboteo y autoengaño del pensamiento del personaje humano… que nos separó de nuevo con la pequeña escusa que los caminos nos llevan a diferentes vidas, uno por ser «más terrenal» y otro por ser «más espiritual», olvidando que somos un ser divino con dos expresiones de experiencia humana con un mismo motor. Siendo nuestro punto más opuesto a traspasar para… RECORDAR QUE NO SOMOS DIFERENTES, SOMOS IGUALES con características diferentes, como causa y efecto de la propia experiencia creada para encontrarnos en el reflejo de un MISMO ESPEJO DE AMOR PURO EN FUSIÓN HACIA LA UNIDAD! 

Mi Alma te ama, Somos uno cogidos de la misma mano del Ser!!!

Rebeca

AMOR 11_11… R&J 20/11/2020

Desnuda frente al espejo

Una mañana de Septiembre, cercana a la luna llena. Las cortinas mariposean al viento y los rayos del sol entran cálidos en la habitación. Con música «soul» en el ambiente, me encuentro desnuda frente al espejo, bailando y moviendo mis caderas con dulzura y suavidad, conectada a la sensualidad de la melodía.

Me observo y me descubro en el reflejo de mi mirada, mis pupilas se dilatan cómplices y llenas de erotismo. Mi corta melena al movimiento halaga mi nuca. El sol me calienta por la espalda, destellando mi aura dorada.

Acaricio mi piel con unas gotas de fino aceite con aroma floral que me invita a soñar con los jardines griegos de Delfos, como una diosa juguetona, corriendo desnuda y libre entre las verdes arboledas y miles de flores sagradas violetas, azules y blancas. Mis sentidos se disparan en todo mi ser. Deslizo las manos por mi bello cuerpo, sintiendo la suavidad de la piel como la seda, mis pezones se estremecen.

Me dirijo a mi Monte de Venus deseoso de amor. Cuando acerco los dedos a mi sexo ya húmedo y tierno, mis labios los acogen dilatados en gozo. Me encuentro con la cabeza de la serpiente despierta, a tacto sutil y delicado. El calor emerge como un volcán en erupción subiendo el ardor hasta enrojecer las mejillas y la boca.

Inhalo y exhalo, haciendo circular el deleite de la energía en todo mi cuerpo de forma infinita de ida y vuelta sin cesar. En este momento ya no estoy sola, siento su primer beso en el cuello, abrazándome por la espalda. Vuelvo a ver el mar en el horizonte de aquel atardecer.

Cierro los ojos, le siento poderoso dentro de mi. Mi mente ya perdida, da protagonismo al corazón latiendo cada vez más fuerte e intenso. Me pide bailar en la burbuja del éxtasis, donde nuestras energías femenina y masculina se fusionan en el perfecto unisono, la fuerza prima del amor.

Cabalgando sobre el caballo alado, volamos juntos más allá del cielo, donde las almas gemelas parten como esferas deseosas del reencuentro. La pasión nos alza de nuevo hasta estallar en polvo de estrellas, como si de tocar una nebulosa se tratase.

En unos segundos del no tiempo, vuelvo a mi cuerpo drogado por el elixir divino de nuestra unión. Mi corazón late hasta el extremo de explotar todo mi cuerpo estremecido y vibrante de gloria. Un gemido final sale de mi boca, como el de una fuente, aullando a la luna.

Vuelvo a estar sola frente al espejo, mujer salvaje empoderada en mi sensualidad. Esta vez plena de felicidad, aparto la mano de mi pubis extasiado y beso mis dedos del néctar sagrado.

Dedicado a la mujer salvaje que hay en ti, frente al espejo.

diosa-espejo

Un fuerte abrazo,

Rebeca