¿MIEDO A PERDER? TODOS TENEMOS UN AS BAJO LA MANGA…

AS PICAS

¿Somos conscientes de las vivencias que dejamos de experimentar o postergamos a lo largo de nuestra vida en anticipación al miedo a perder? Posiblemente en el mayor de los casos, nos aferramos a la seguridad de sostener el control dejando de realizar aquello que anhelamos desde el alma por duda a la perdida. Realmente ¿existe la perdida o es solo un pensamiento? Nos distraemos en lo que nos sentimos más cómodos y seguros pero… ¿Qué hay detrás de no vivirlo? ¿Qué excusas mentales nos creamos para sentirnos «aliviados» de no ir más allá del miedo a traspasar esas barreras? ¿Qué experiencias o creencias hemos comprimido en nuestra cabeza, grandes o pequeñas, para no ver más allá del muro en amplitud?

Tal vez, estamos tan acostumbrados a la dualidad del bien y el mal que solemos tomar el camino que creemos «más correcto», en lugar de aventurarnos a traspasar, sentir o evolucionar fuera del control de no saber que será de nosotros si rompemos el esquema hacia lo desconocido. Es decir, nos apegamos a lo conocido por miedo a la incertidumbre del riesgo a que nos «salga mal». Nos gusta tanto sentir y tener el mando de la famosa sensación vendida de la «felicidad» que no observamos la posibilidad inconsciente que hay detrás de sentir el fracaso, frustración, engaño, rechazo, abandono, dolor, debilidad, soledad, etc. ¿Qué hay de «malo» en sentir ese otro lado opuesto a la «felicidad»? Yo veo que nos volvemos egoístas por solo mirar «la mejor» parte del pastel, dejando de completarnos y conocernos en plenitud de todas las partes, de ser merecedores de cualquier experiencia sin dualidad, simplemente permitiéndonos experimentarlas, sintiendo quien somos en todas ellas.

¿Por qué nos apegamos a según que repeticiones en el trabajo, relaciones, actividades, etc. no fructíferas? ¿Por qué nos cuesta tanto en según que situaciones cambiar, soltar o ampliar aquello en lo que ya nos sentimos agotados, cómodos o expertos? ¿De que trata la vida si mayormente experimentamos o vivimos el confort de lo rutinario? ¿Por que nos gusta tanto poseer un estatus social, económico o a otras personas? Parece que partimos de ese mismo molde mental que condiciona nuestras vidas tratando de conseguir, poseer, construir, competir, etc. siguiendo un patrón inconsciente que no dejamos de repetir por no darle un poquito más de consciencia. Si paramos el ritmo ajetreado de nuestras vidas, observamos que el 95% de nuestros actos al día son inconscientes y muchas de las cosas que acarreamos al final se trata de liberarlas y vivir en paz, darnos cuenta que con menos somos más y siendo más nosotros mismos necesitamos menos.

Para adentrarnos en el camino a nuestro inconsciente es tan sencillo como observar todo el escenario. Situación conflictiva de nuestra vida, escena del impacto, pensamientos, sentimientos, emociones, sensación física y emoción oculta. Ejemplo:

Situación conflictiva: persona vive con sus padres, no tiene trabajo, hace un tiempo que está en un relación.

Escena impacto: su pareja le dice que quiere tener un hijo.

Pensamientos: locura, no sabe lo que dice, presión.

Sentimientos: obligación.

Emociones: rabia.

Sensación física: presión en el pecho.

Emoción oculta inconsciente: profundo miedo al abandono.

Este sería un pequeño ejemplo para observar fácilmente cada situación hasta el último tramo del camino y adentrarnos en el túnel de la emoción oculta inconsciente que es la más importante para darle la vuelta a la rueda y salir de cualquier bucle siendo consciente. Una vez le damos luz a la parte inconsciente, nuestra vida cambia, se vuelve más sencilla y fluida. Cada vez todo es más acelerado en toma de consciencia.

¡Si no arriesgamos estamos muertos! Muertos en vida! Todos tenemos un As bajo la manga en nuestra vida, se trata de jugarla con nuestras mejores cartas y arriesgarnos al cambio, sin el miedo a la perdida, porque esta no existe. Mentalmente como algo ancestral la perdida la asimilamos a la muerte, como el AS de picas, pero sabiendo con certeza y en consciencia que la muerte no existe, todo es una transformación de forma constante y una transcendencia de energía. Una cosa da lugar a la otra, donde toda imperfección da lugar a la perfección de la vida y al revés, son ciclos de todas ellas. Una tras otra y a la vez entrelazadas…

AS PICAS LOVE

 

Un abrazo,

Rebeca

 

 

 

¿DONDE ESTÁN LOS LÍMITES?

Como seres completos, todos somos tóxicos de masa gris y nutrientes de amor. Todos jugamos a ese rol de transformación constante a base de compartir experiencias los unos con los otros. Respetando el respeto hacia nosotros mismos (viva la redundancia!!!), tomemos el mando de nuestra conciencia para vaciar la toxicidad repetitiva que ya no nos beneficia a nuestra salud. Busquemos nuestro equilibrio y así contagiemos a los demás en nuestro marco de reciclaje consciente en forma de bienestar. Usemos nuestros límites a partir de nuestro amor propio!!! Y si es necesario, si no hay transformación en el otro en el momento deseado, soltemos por amor!!!

Todo se brinda, todo es perfecto!!!

 

 

Un abrazo,

Rebeca